El éxito de las Copas Mundiales Femeninas en 1991 y 1995, junto con el poderío de la escuadra nacional de EEUU, ayudaron a la FIFA a persuadir al Comité Olímpico Internacional a que incluyera el fútbol femenino en el programa de los Juegos Olímpicos que se celebrarán entre el 20 de julio y el 4 de agosto de 1996 en Atlanta, Georgia.
Ni las mujeres, ni los hombres jugarán en Atlanta. Los torneos de fútbol se volverán a jugar en subsedes y ni siquiera la final será disputada en la ciudad olímpica principal. Sin embargo, la elección de la sede para la final de ambas categorías -hombres y mujeres- tiene un pequeño significado histórico, ya que los partidos se disputarán en la ciudad universitaria de Atenas, a unos 100 km de distancia de Atlanta, de modo que existe la vinculación con el nombre de la capital griega donde se festejaron exactamente hace un siglo los primeros Juegos Olímpicos modernos.
El estadio Sanford (izq.) en Athens, Georgia, la meta de equipos como Brasil, campeón sudamericano sub-23 |
Sin duda alguna, la inclusión del fútbol femenino en el programa de los Juegos estimulará la asistencia a los partidos en Birmingham (Alabama), Miami, Orlando, Washington DC y Atenas. Como la Copa Mundial 1994 sigue aún viva en la memoria del público norteamericano deportivo y las mujeres de EEUU son claras candidatas a oro, los partidos de los Torneos Olímpicos de Fútbol contribuirán de nuevo enormemente en el promedio de ingresos de taquilla.