Más dinero en el fútbol condujo lógicamente a salarios más altos para los protagonistas -los astros- sin los cuales el fútbol estaría desprovisto de su atracción principal. Un único jugador excepcional es capaz de atraer miles de aficionados al estadio y millones delante de las pantallas de televisión, de modo que es natural que sea recompensado generosamente. Este principio vale para todo género de espectáculos y el fútbol, en su nivel más alto, no constituye ninguna excepción.

Los salarios más altos generan exigencias más altas y complicaciones legales más grandes. Desde hace ya varios años, los oportunistas merodean alrededor del fútbol profesional con la sola intención de explotar a los clubes adinerados para el beneficio de sus jugadores-clientes y, ante todo, para sí mismos. La FIFA ha declarado la guerra a estos elementos parasitarios introduciendo un sistema de licencia oficial de agente de jugador con la finalidad de proteger a todos los involucrados: jugadores, clubes y también a aquellos agentes que desean trabajar con seriedad y concienzudamente.

La transferencia de futbolistas renombrados suscita enorme interés en los medios informativos y se ha convertido en un gran negocio

La implantación de este sistema demostró que existen efectivamente muchos que pertenecen a esta última categoría positiva. En el correr de un año, desde que se introdujo este procedimiento de filtración de agentes a partir de 1995, unos cien agentes de jugadores recibieron la licencia de la FIFA tras haber sido examinados por sus asociaciones nacionales en cuanto a las reglas pertinentes y tras haber pagado la garantía bancaria requerida. Con la introducción de este sistema, los agentes sin licencia se consideran ilegales, y se ha informado a jugadores y clubes que todo aquel que insista en seguir utilizando representantes no reconocidos podrá estar sujeto a sanciones, incluso en contra a sus propios intereses.

El sistema de licencia ha contribuido enormemente a pulir la imagen del fútbol en un sector polémico debido a su enorme valor financiero, y ahora incluye además de los agentes que operan en transferencias internacionales, asimismo a aquéllos reconocidos oficialmente a nivel nacional.