UN CORAZÓN PARA LA NIÑEZ

Tras asumir la presidencia de la FIFA y prometer la introducción de nuevos programas para la juventud futbolista del mundo mediante el Programa de Desarrollo Mundial de la FIFA, el Dr. Joäo Havelange aprovechó la oportunidad de su reelección en 1994 para demostrar nuevamente su adherencia a la juventud del mundo.

Aldeas Infantiles SOS El nuevo proyecto del Presidente para un Fondo Juvenil de la FIFA ha acercado ya el mundo del fútbol y el de los niños no priviliegiados. Mediante la nueva asociación con las Aldeas Infantiles SOS -principal beneficiaria del nuevo fondo-, la FIFA ha concedido su apoyo a una organización laica que se ocupa de más de 200,000 niños en unos 125 países.

Aldeas Infantiles SOS La finalidad de FIFA-SOS es doble. El objetivo principal es claramente emplear el poder y la popularidad del fútbol para mejorar las vidas de niños desprotegidos en todo el mundo, canalizando recursos humanos y materiales a la organización SOS. Se está estimulando a las asociaciones nacionales a asociarse con SOS en sus territorios locales para proyectos bilaterales, y varias de estas iniciativas han dado ya sus frutos. Los patrocinadores de FIFA han ofrecido espontáneamente una asistencia financiera sustancial a SOS.

niños SOS en el sorteo de la Copa Mundial
El Presidente João Havelange en la Aldea Infantil SOS en Quito, Ecuador (arroba), y junto al Presidente de SOS Helmut Kutin, así como algunos niños SOS en el sorteo de la Copa Mundial (abajo) .
Aldea SOS Quito, Ecuador

Los astros internacionales Jürgen Klinsmann y George Weah se comprometieron a actuar como embajadores y se encontraron ya con numerosos niños en las aldeas SOS. Algunos entrenadores nombrados por la FIFA visitarán las aldeas SOS dentro del contexto de la nueva edición de los cursos de Futuro y Solidaridad Olímpica, llevando no sólo buena voluntad y consejos, sino también equipos deportivos para los niños. Y, finalmente, las Aldeas Infantiles SOS serán los beneficiarios principales de los ingresos que genere el partido tradicional a disputarse el 14 de julio de 1996 en el "Giants Stadium" de Nueva Jersey entre los campeones mundiales de Brasil y una Selección Mundial de la FIFA.

Al mismo tiempo, el fútbol se beneficia del efecto de buena voluntad creado por el programa SOS. Incluso el deporte más popular del mundo no está exento de críticas y, por más infundadas que éstas sean, crecen invariablemente cuando el deporte goza de un éxito económico sustancial. Dando a los jugadores, equipos, entrenadores y otros funcionarios futbolísticos una oportunidad estructurada para canalizar sus benévolos esfuerzos a través de un programa, la FIFA está ayudando a demostrar que el fútbol tiene efectivamente un corazón para los niños, los jugadores y los aficionados del mañana.


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