Una de las personas que ayudó a escribir la historia de la FIFA falleció el 11 de mayo de 1994: Dr. Helmut Käser, el predecesor suizo del presente Secretario General entre 1960 y 1981. El Dr. Käser murió a la edad de 82 años, gozando de una vida sana hasta su defunción en su casa cerca de Zurich. La laudatoria en la FIFA News de entonces lo dice todo: la labor del Dr. Käser fue un modelo de competencia e integridad. Los sentimientos allí expresados se reflejaron en los tributos que inundaron la FIFA House -edificio que Dr. Käser ayudó a alzar- rendidos en reconocimiento a su obra de la vida.
Dr. Helmut Käser. |
Perecieron asimismo dos jugadores de generaciones anteriores: Billy Wright, capitán de Inglaterra en los años de la posguerra y 105 veces internacional, murió en agosto de 1994, doce meses antes del antiguo astro sueco, Gunnar Nordahl, delantero de la selección sueca en la Copa Mundial 1958 y jugador legendario también en la liga italiana de fútbol.
En el lapso de pocos días en febrero de 1996, fallecieron dos grandes entrenadores internacionales: Bob Paisley, director del FC Liverpool en los años 70 y 80, con el cual se adjudicó 13 importantes títulos en ocho años, y Helmut Schön, el popular entrenador larguirucho de la selección alemana, quien se llevó el título de campeón mundial 1974 como culminación de sus numerosos logros. En este período murieron también los famosos entrenadores Stefan Kovacs de Rumania, y Vaclav Jezek, quien dirigió a la escuadra checoslovaca en su victoria en el Campeonato Europeo de 1976.
A fines de 1995, Alemania perdió a dos de sus eminentes administradores: Hans Passlack, quien fuera Secretario General de su Asociación entre 1962 y 1983, así como Horst Schmidt, durante muchos años una figura familiar y muy apreciada, quien contribuyó mucho en los triunfos de las selecciones alemanas gracias a su gran habilidad organizadora. Otra personalidad europea, Jo Van Marle, antiguo Presidente de la Asociación Holandesa de Fútbol y durante muchos años tesorero y miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA, pereció después de una larga enfermedad en marzo de 1995.
Dos renombrados administradores del fútbol africano perecieron en muertes violentas: Appolinaire Hauhouot, Secretario General de la Asociación de Costa de Marfil, fue asesinado en Nigeria en octubre de 1994 y, tres meses después, el Presidente de la Asociación de Fútbol Nigeria, Rachid Harigue, moría también asesinado en disturbios políticos en su país.
Quedan por mencionar tres grandes figuras del arbitraje que son: John Mowat de Escocia, quien arbitró en los Mundiales de 1954 y 1958 y estuvo a los servicios del movimiento de árbitros de la FIFA durante 20 años, así como Jan Redelfs de Alemania y O'Donnel Norville de Barbados. Para terminar, mencionemos al periodista uruguayo Diego Lucero, quien recibió la Orden al Mérito de la FIFA de oro por su extraordinaria hazaña de participar en todas las Copas Mundiales entre 1930 y 1994. Extendemos nuevamente nuestros profundos y sentidos pésamos a los familiares y asociaciones nacionales de estas personas.