Lo que más cuenta es la deportividad

La finalidad principal de la FIFA ha sido siempre la activa promoción y desarrollo del fútbol a nivel mundial. Tiene asimismo el deber de desempeñar un papel preponderante para mantener los valores deportivos tradicionales a fin de corresponder al valor social cada vez más importante del deporte en general y del fútbol en particular.

Las campañas internacionales de Fair Play son una de las medidas más importantes con las cuales la FIFA intenta reforzar el fútbol y el deporte en general, tomando como base la ética. El trofeo Fair Play creado en 1993 y los emblemas relacionados con el mismo combinan la dinámica del fútbol con la elegancia que distingue la actitud deportiva. En todas las competiciones de la FIFA, este trofeo se dona anualmente a individuos o grupos de personas.

Los equipos renombrados del mundo y sus respectivos jugadores tienen una función de ejemplo para los futbolistas juveniles. La FIFA aplica esta noción en la práctica, haciendo que todos los jugadores de la Copa Mundial y de otras competiciones de la FIFA firmen una declaración de Fair Play.

Numerosos disturbios y tragedias en algunos estadios en diferentes partes del mundo han demostrado en los últimos años que ni la FIFA, ni las confederaciones y asociaciones nacionales, pueden responsabilizarse de las asuntos de seguridad fuera de los estadios y de los numerosos motivos socioeconómicos que conducen a estos problemas. En el entretiempo, se han reducido los riesgos de incidentes que desacreditan al fútbol gracias a una estrecha colaboración con las autoridades pertinentes y merced a directrices estrictas para la organización de partidos y la construcción de estadios. La FIFA está convencida de que los estadios con asientos son un elemento decisivo en la lucha contra la violencia y agresión latentes y, a veces, manifiesta en varios países.

Tampoco el fútbol puede sustraerse del hecho de que las sociedades multiculturales no engendran siempre la armonía racial. Fiel a sus Estatutos, que prohíben toda clase de discriminación de jugadores y equipos por razones de raza, religión y política, la FIFA apoya los esfuerzos de aquellas organizaciones que luchan contra el abuso que se comete al utilizar los partidos de fútbol con fines de agitaciones raciales.