LOS PORTEROS LATINOAMERICANOS

Amadeo Carrizo en plena acción en un partido entre River Plate y Vélez Sarsfield en 1963. FOTOS:RICARDO ALFIERI

LA REVOLUCION EN EL ARCO

POR HAROLD MAYNE-NICHOLLS
un periodista en Chile.

Higuita, Campos, Chilavert, Dudamel - la lista de porteros que llaman la atención por su forma de actuar, su apariencia y su juego variado es cada vez más larga. Pero todos tienen algo en común: provienen de Latinoamerica.

En un terreno baldío un grupo de pre- adolescentes se reparten en dos grupos. El partido esperado desde tempranas horas está por iniciarse y la orden que reciben dos de ellos es cortante, " tú al arco". Es el puesto en el que nadie quiere actuar, sin embargo aquellos que tienen menos condiciones técnicas están obligados a ubicarse entre dos monolitos de piedras que sirven de referencia para el partido que terminará cuando el sol se vaya.

Los niños quieren ser porteros

Así fue por años en Sudamérica. Era la época en que los porteros se cubrían las rodillas y jugaban con manos descubiertas. La historia ha cambiado. Hoy el puesto de portero es apeticido por muchos niños.

Es que a fines de la década de los 40, apareció en escena el argentino Amadeo Raúl Carrizo con el número 1 de River Plate. Por esos días empieza la evolución en el arco.Carrizo, dominador de una gran técnica, golpeaba el balón como los mejores y jugaba siempre al borde del área, siendo uno de los primeros en ocupar el puesto de líbero-arquero.

El "achique de Dios" de Gatti

El legendario Hugo Orlando Gatti, llamado "El Loco Ghatti".

Tras él surgió su compatriota Hugo Orlando Gatti, conocido como "El Loco Gatti" quien se distinguió por su valentía y su sentido de ubicación. Además patentó una salida ante los rivales conocida como "el achique de Dios", poniendo el pecho al frente y los brazos hacia atrás cuando enfrentaba en un mano a mano a los delanteros rivales. Gatti además vio cumplir el sueño de su vida, al alinear una tarde en el puesto de centrodelantero en Boca Juniors.

Sin embargo no era común, en esos tiempos, que un portero batiera a un colega. Hoy las enseñanzas de Carrizo y de Gatti han progresado de tal manera que aparecen en forma frecuente en la lista de goleadores. El último de cierto renombre fue Rafael Dudamel de Venezuela, quien batió a Pablo Caballero de Argentina en un encuentro por las eliminatorias de Francia 98.

El gol histórico de Chilavert

José Luis Chilavert en un gol de tiro libre contra Boca Juniors en este año. Vélez Sarsfield ganó por 5 a 1.

En el partido anterior de los albicelestes por la eliminatoria de Francia 98, fue José Luis Chilavert, de Paraguay, quien derrotó a Germán Burgos mediante un tiro libre que registrará la historia debido a la importancia del encuentro y al hecho de haberlo conquistado en el estadio de River Plate completamente lleno y que durante la semana había declarado "Ojalá Dios me dé la posibilidad de patear un tiro libre y anotar un gol." Fue el segundo tanto de Chilavert a Burgos. Anteriormente en un partido entre Vélez Sarsfield (donde juega Chilavert) y River Plate (equipo de Burgos), marcó un gol espectacular de un tiro libre pateado diez metros antes de la mitad de cancha.

Chilavert quizás escapa a la historia tradicional de la selección natural de los arqueros en América. Su primera incursión en ese puesto fue cuando tenía 14 años y su hermano Rolando - cuatro años mayor - lo envió a la portería, impidiéndole actuar en su puesto habitual de centrodelantero debido a la mayor envergadura física de los rivales.

Un año más tarde, Chilavert se fue a probar a Sportivo Luqueño en su Paraguay natal y de ahí saltó a San Lorenzo de Argentina, antes de llegar a Zaragoza para volver a Vélez Sarsfield donde "Chial" popularizó una polera negra con un perro boxer que sobresale nítidamente y que pareciera ser un fiel reflejo de la forma en que encara su profesión el paraguayo. Colores mucho más vistosos utiliza el mexicano Jorge Campos, quien es uno de los pocos arqueros que prefiere actuar con el número 9 en el dorsal.

Campos - el portero atacante

Rene Higuita en el partido entre Colombia y Brasil en la Copa América de 1991.

Campos juega indistintamente como centrodelantero o como portero. Su habilidad natural, su buena ubicación, sus reflejos y su personalidad le permiten desenvolverse en dos posiciones tan distintas como determinantes en un resultado.

Tras un par de temporadas alineando en el arco, Campos fue motivo de múltiples y constantes críticas cuando su entrenador Miguel Mejía Baron empezó a utilizarlo como centrodelantero en partidos de la primera división mexicana, actuando por Los Pumas.

Se acallaron los comentarios cuando el portero-centrodelantero confirmó en el césped sus notables condiciones. Hoy es normal que Campos lleve medias del color de su equipo y que su pantalón sea del mismo color del de sus compañeros para dejar el área propia a fin de sembrar el peligro en la zona rival.

Otro caso similar es René Higuita, quien con sus pantalones ajustados, su aparente sobrepeso y su baja estatura es todo un ídolo en Colombia.

Higuita juega de arquero-líbero y deslumbró al mundo cuando en Wembley decidió ejecutar su célebre atajada el "alacrán o escorpión", dejando atónito a los presentes y también a sus propios compañeros cuando tras un lanzamiento de distancia lanzó su cuerpo hacia adelante y después que el balón pasara por su espalda levantó el pie y con el taco despejó.

Fue una jugada ensayada múltiples veces y que se vio por primera vez en la Catedral del fútbol. Hasta el momento nadie ha osado repetirla. Sin duda, una muestra de lo espectacular que puede llegar a ser un arquero.

El "escorpión" de Higuita

Rafael Dundamel festeja la victoria con sus compañeros.

Frecuentemente se ve en las canchas la desesperada carrera de los arqueros para llegar al área rival en los últimos minutos del partido. Normalmente corren a buscar un centro, un servicio de esquina. Carlos Gustavo Bossio, arquero de Estudiantes de la Plata de Argentina, con su estatura cercana a los dos metros logró anotar y de esa manera entrar en la historia como uno de los pocos arqueros que han logrado de cabeza anidar el balón en la red. Pasaron un par de meses y ante la sequía goleadora de Estudiantes, su técnico, Daniel Córdoba dijo públicamente que estaba pensando alinear a Bossio desde el primer minuto como centrodelantero. Una alternativa que antes ni siquiera se le ocurría a un director técnico, pero que en el día de hoy ya es habitual pensarlo. Tal como lo ha dicho César Luis Menotti, "Ya se terminaron las épocas de los muchachos atléticos que volaban de palo a palo. Ahora el arquero es un jugador más, que tiene que saber dominar la pelota con los pies y jugarla con criterio. Los cambios en el reglamento pusieron en evidencia a los que dominan este aspecto del juego y los que sólo saben actuar con sus manos."

Son los arqueros del siglo XXI. Los que juegan en ambas áreas. Los que deciden el juego. Los que le dan un aporte extra al espectáculo. Los que no protegen las rodillas, pero que en las manos utilizan guantes de última tecnología. Y no son necesariamente latinoamericanos.

ANECDOTAS En Medellín, Colombia, el 28 de agosto de 1966, llegó al mundo José René Higuita. En esa misma ciudad un 9 de agosto de 1995, jugando por Atlético Nacional frente a River Plate en la semifinal de la Copa Libertadores, batió a Burgos mediante un tiro libre y su idolatría creció aún más. Fue su cuarto gol en la Copa Libertadores de América. Aumentó el cariño de su pueblo una semana más tarde, cuando en la definición a penales, anotó con maestría a la hora de ejecutar su tiro y detuvo con clase el penal servido por Almeyda, que finalmente definió la serie. Ya antes, en 1989, sus manos llevaron a Atlético Nacional a ganar el trofeo cuando detuvo el penal número 17 de la serie y dejó el camino libre a Leonel Alvarez para que éste le diera el triunfo a su equipo. Higuita ya había convertido un penal en esa serie, al igual que en su primer partido por la Copa Libertadores cuando anotó frente a Millonarios. La revista española Don Balón acogió con el siguiente título la participación de José Francisco Molina (arquero del Atlético de Madrid) en el encuentro amistoso entre España y Noruega jugado el pasado 24 de abril: "El último ensayo acabó en pachanga". Fue el debut de Molina en la selección de España y lo hizo ocupando una plaza que parece dominar: la de delantero. Estuvo a punto de convertir el único gol del partido, con un disparo que salió rozando un palo. El debut de Jorge Campos, como atacante en la Primera División de México, se produjo en el primer semestre de 1989, en un encuentro frente a Guadalajara. Ingresó en los minutos finales y esa actuación hizo que la preparación para la próxima temporada la hiciera en forma íntegra como delantero. Jugó algunos encuentros al comienzo de dicha temporada, y al anotar goles acalló las críticas. El año siguiente fue el arquero titular y su equipo terminó campeón de México. Por ese entonces alternaba en un mismo partido como delantero y como arquero. Lo mismo hizo a comienzos del año pasado en Los Angeles cuando más de 68.000 espectadores deliraron al ver que dejaba la portería y se transformaba en delantero en el partido entre las selecciones de Chile y México. De los 44 goles que esta temporada ha marcado Deportes Iquique de la Segunda División del fútbol chileno, 5 los ha conseguido su arquero Marco Cornez, quien formó parte de la Selección de Chile en el Mundial de España 1982. Muy molesto estaba el arquero de Independiente de Avellaneda la tarde en que su equipo empató con Vélez Sarsfield. Un penal a favor de su cuadro le permitía la posibilidad de derrotar a José Luis Chilavert, pero Farid Mondragón no pudo cumplir su sueño de batir al paraguayo, ya desde la banca no le autorizaron a ejecutar el lanzamiento penal. "Estaba designado y esperaba una oportunidad así", dijo tras el encuentro. En una de sus últimas temporadas en el fútbol profesional, Amadeo Carrizo defendió la meta de River Plate en el partido final de la Copa Libertadores frente a Peñarol de Uruguay. Ganaba por dos a cero el cuadro argentino, con una gran actuación del arquero, quien ante un disparo de media distancia de sus rivales detuvo el balón con el pecho. Su atajada arrancó una ovación de los espectadores, pero pareció despertar a los urugayos, quienes recurrieron a su reconocida garra para terminar imponiéndose por cuatro goles a dos.

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