El trabajo que la Real Federación de Fútbol (RFEF) está realizando en los últimos años para potenciar las selecciones (en todas sus categorías) está dando grandes satisfacciones a nuestra afición y está marcando un camino adecuado y estable para futuras generaciones. POR: ANGEL MARIA VILLAR LLONA
sa labor se hace en coordinación con las 18 federaciones autónomas que existen en España, y a través de sus seleccionadores territoriales, infatigables buscadores de talentos con los que, desde que cumplen quince años, el equipo técnico de la RFEF comienza a trabajar en las distintas selecciones. El trabajo y el seguimiento es exhaustivo y muchos jugadores acaban subiendo todos los escalones de la internacionalidad, hasta llegar al equipo nacional absoluto. El acceso a la selección "A" es, precisamente, el salto más difícil, dadas las especiales características del fútbol en nuestro país, con tantos jugadores extranjeros. Así, futbolistas que han destacado, brillado incluso, en torneos europeos o mundiales, llegan a equipos profesionales y apenas juegan unos minutos en un reducido número de partidos, relegados por jugadores foráneos no mejores que aquellos pero, eso sí, más caros En años anteriores, nuestros selec-cionadores han tenido problemas para convocar jugadores ofensivos, ya que había muy pocos españoles en las delanteras titulares de los equipos de Primera División. Hoy, sin embargo, tenemos un gran plantel, cuyo juego y resultados nos están proporcinando muchas alegrías y en el que tenemos puestas grandes esperanzas con vistas a la Copa Mundial Francia 1998.
Un magnífico legado dejado por Vicente Miera que su sucesor, Javier Clemente, ha sabido incorporar a su ideario futbolístico, hasta el punto de formar no ya una selección sino un auténtico club, el España F.C.; como ya le denominan algunos medios de comunicación. Y ello pese a las dificultades de un calendario de competiciones excesivamente sobrecargado, que hace que la RFEF tenga para con los clubes la sensibilidad de disponer de los jugadores el mínimo tiempo posible. Aunque en el ámbito de las selecciones absolutas, nuestro país sólo ha alcanzado un cuarto puesto en un mundial (Brasil 1950), y un campeonato y un subcampeonato europeos, en España 1964 y Francia 1984, respectivamente, nuestra apuesta permanente es intentarlo una y otra vez hasta acabar consiguiéndolo. Para ello, no hay más fórmula que el trabajo y la tenacidad De momento, nos hemos instalado en una regularidad participativa de la que nos sentimos orgullosos. Desde 1978 nos hemos clasificado para todas las fases finales de las copas mundiales y, desde 1976, con la excepción de Suecia 1992, hemos jugado todos los campeonatos de Europa de selecciones. Disponemos de un equipo que ha alcanzado su derecho a participar y que tiene condiciones para poder ganar. Sólo nos queda desarrollar esas condiciones en el terreno de juego y, por supuesto, esperar que la suerte no nos resulte esquiva. Paralelamente a la vía competitiva, la RFEF perfecciona el aspecto organizativo y de gestión, albergando grandes acontecimientos internacionales que fortalecen la imagen de España, no sólo como un país hospitalario y agradable para el visitante, sino capaz también de acometer con gran eficacia los mayores retos. Ahí están los ejemplos de la Copa del Mundo 1982 o los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, calificados por muchos como los mejores de la historia. Retornar a la Tabla de Contenido [TOC] Copyright © 1994-97 FIFA. All rights reserved. Copyright © 1997 En-Linea, Inc. All rights reserved. |