Con París, la ciudad mundial con corazón, cerramos nuestra serie sobre las diez sedes de la Copa Mundial del próximo año en Francia. PPO: ANTOINE VIERNE arís, reina del mundo cantaba la gran Mistinguett en las revistas musicales de la "Belle Epoque". Y, efectivamente, la capital francesa ocupa un lugar muy particular en el patrimonio universal. Para los hombres y las mujeres del mundo entero, París es un poco una segunda patria, un lugar mágico donde cada uno encuentra un fragmento de sus sueños. Poblada en los tiempos más remotos, la ciudad fue evolucionando de una isla en el Sena, la actual Isla de la Ciudad, habitada por la tribu gala de los parisinos, quienes en el siglo II a.C. dieron el nombre a la ciudad. En la Edad Media, París se convirtió en la capital de Francia y de la monarquía. Es, asimismo en París donde en 1789 se inició la Revolución Francesa que modificaría el semblante del mundo.
De este pasado histórico excepcionalmente rico, París guarda numerosos monumentos prestigiosos que la convirtieron en uno de los centros turísticos más famosos del mundo. Notre-Dame (Nuestra Señora), la Torre Eiffel, el Louvre, el Sagrada Corazón, para citar solamente algunos, son cada año la meta de millones de turistas. La intensa actividad artística y cultural que se refleja en los monumentos, los museos, las exposiciones y los teatros de la ciudad, hacen que París sea uno de los centros principales de las artes clásicas y contemporáneas. Pero París es asimismo una capital dinámica, que no se contenta de ninguna manera con ser una ciudad-museo. Orgullosa, justificadamente, de su formidable patrimonio histórico y cultural, la "Ciudad Luz" desempeña igualmente un papel importante como capital financiera y económica y centro internacional de negocios. En la capital se siguen tomando decisiones de envergadura mundial, mientras que en sus suburbios, como Saint-Denis, se desarrollan actividades industriales y económicas de lo más diverso.En vísperas del tercer milenio, París define diariamente su semblante del siglo XXI. Es el París de las grandes obras de construcción, de la Gran Biblioteca, del nuevo Montparnasse y de la Rive Gauche del Sena. Para imprimir a la Copa Mundial de la FIFA Francia 98 un sello especial, París ha sido elegido para ser el escenario del partido inaugural de la XVI Copa Mundial el 9 de junio de 1998, cuando se celebrará una "fiesta del fútbol", la verdadera ceremonia de apertura de la competición. Una gran fiesta popular que se desarrollará en el corazón de la capital y que reunirá a visitantes del mundo entero. Esperamos ofrecer a todos los amantes del balón, y a aquéllos que no lo son, los tres valores fundamentales del Comité Organizador Francés de la Copa Mundial 1998: universalidad, emoción y armonía.
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