El Futbolista Mundial de la FIFA de 1996 Ronaldo excede todos los superlativos. Un retrato del joven brasileño de 20 años de edad.

POR JUAN PEDRO MARTÍNEZ

Extraterrestre, fenómeno, genio, crack, estrella. Autor de goles imposibles, prodigiosos, espectaculares, increíbles... Lo cierto es que la prensa española parece haber agotado ya todos los adjetivos posibles para definir las cualidades de este joven de apenas 20 años llamado Ronaldo Luis Nazario de Lima, que en sólo unos meses y gracias a sus espectaculares actuaciones ha revolucionado por completo el mundo del fútbol español.

Ronaldo llegó a Barcelona el pasado verano después de que el Fútbol Club Barcelona pagase 2.550 millones de pesetas en efectivo al PSV por su fichaje. Nadie dudó entonces de que a pesar de tan astronómica cifra, el Barcelona había realizado una excelente inversión. Nadie esperaba tampoco que esa estrella en ciernes brillase de manera tan espectacular en tan poco tiempo y lograse eclipsar a esa incontable legión de astros que habitan en esa auténtica Liga de las Estrellas en que se ha convertido el campeonato español.

La figura de Ronaldinho empezó a destacar en el encuentro de vuelta de la Supercopa española ante el Atlético de Madrid. Goles, asistencias, regates, quiebros y requiebros imposibles le bastaron ese día para convencer a propios y extraños de sus excepcionales cualidades. Esa combinación magistral de rapidez, fuerza y técnica que reúne su juego alcanzó su máxima expresión con el increíble gol logrado ante el Compostela, en Santiago. Uno de los goles más bellos de la historia del fútbol español y posiblemente mundial. Un tanto logrado tras protagonizar una espectacular carrera de 60 metros sorteando rivales de todas las maneras imaginables antes de definir con la precisión y exactitud del mejor reloj suizo. Un gol que se vio refrendado días después con el impresionante hat-trick logrado ante el Valencia en el Camp Nou, con tres goles de factura muy similar al logrado en Santiago. Estas acciones, unidas a su tremenda capacidad goleadora, levantaron una catarata de elogios como no se recuerda en España. Tal vez el más original y a la vez expresivo de todos ellos corresponde a Manuel Vázquez Montalbán, una de las plumas más brillantes de la literatura contemporanea española, que llegó a definir a Ronaldo como "un mocetón que tiene la envergadura física de un campeón de los superwelters y los pies de Fred Astaire".

Las excelencias de su juego han conseguido incluso que se hable ya de él como del indiscutible sucesor de "O Rei" Pelé y que se le compare a esos cuatro dioses de la mitología futbolística que son, además del citado Pelé, Maradona, Di Stéfano y Cruyff. A este respecto Ronaldo asegura estar todavía muy lejos de ellos, opinión compartida por uno de los hombres que mejor lo conoce, el seleccionador brasileño Mario Lobo Zagallo, quien asegura que " aunque Ronaldinho es el mejor atacante de Brasil y posiblemente del mundo, todavía le falta mucho camino por recorrer para estar a la altura de Pelé ".

¡Inasible!, Ronaldo elude a su adversario. FOTOS: Don Balon

Un minucioso y exhaustivo análisis del jugador demuestra que las cualidades de Ronaldo son bien diferentes a las de estos cuatro míticos jugadores. De entrada, su relación con el juego es radicalmente distinta. Pelé, Maradona, Cruyff y especialmente Di Stéfano, tenían más recorrido, armaban, llegaban y además definían. Ronaldo tiene mucho más de especialista. De delantero centro clásico que no tiene otra relación con el juego que la búsqueda permanente del gol. De hombre empecinado en mantener esa increíble media de gol por partido que ostenta en la actualidad. Por otra parte, el fútbol de Ronaldo no tiene la plasticidad ni la estética del de los citados, ni cotas tan elevadas de virtuosismo, habilidad o fantasía. Su estilo es diferente pero tal vez más contundente y demoledor. Tiene un poco de lo mejor de todos ellos. Es veloz, hábil, intuitivo, atesora el quiebro diabólico e imprevisto que desarma al rival y es dueño de una precisión absoluta a la hora de definir. Pero además tiene algo de sobrehumano, de máquina fuerte y poderosa que avanza indestructible derribando todo aquello que aparece a su paso.

Como era de esperar, su éxito ha trascendido en el mundo entero y le ha llevado también a disparar la bolsa futbolística mundial. La libertad de Ronaldo, tasada en 4.000 millones de pesetas el pasado verano por el club azulgrana, ha tenido que ser aumentada a 10.000 millones ante el convencimiento de que grandes equipos europeos como el Milán, el Arsenal o el Manchester United estaban dispuestos a hacer frente de inmediato a esos 4.000 millones. Los ingresos de Ronaldo también se han doblado, y el crack brasileño ha pasado a ganar 500 millones netos de pesetas por cada una de las temporadas que tiene firmadas hasta el 30 de junio del año 2006. Una cifra que le convierte en el futbolista mejor pagado de la actualidad, pero que curiosamente todavía queda a años luz de las que reciben astros de otros deportes como Myke Tyson (9.500 millones), Michael Jordan (6.700) o Michael Schuhmacher (4.200).

Sencillo y humilde

Precisamente en plenas negociaciones para la firma de este nuevo contrato, y coincidiendo con el final de año, Ronaldo tuvo que afrontar sus primeras críticas como jugador barcelonista. Críticas relacionadas con un ligero bajón en su juego y en su eficiacia goleadora que las llamadas malas lenguas han achacado al apasionado romance del jugador con Susana Werner, bellísima modelo brasileña y también futbolista del Fluminense, y a sus continuos viajes a Río de Janeiro por este motivo.

Ronaldinho ha sabido encajar estas críticas sin perder su habitual sonrisa y con la misma sencillez y humildad con las que ha manejado la ingente catarata de elogios recibidos desde su llegada a Barcelona. " No pasa nada. Se qué estoy aquí - ha dicho al respecto - para recibir elogios y crítica. Sólo le doy gracias a Dios y espero que siga ayudándome a marcar goles y a dar alegrías a la torcida del Barça".

Ronaldo: Rápido y escurridizo.

Las declaraciones de Ronaldo no son ningún espejismo. Él es así fuera de los terrenos de juego. Un personaje sencillo, humilde, respetuoso, accesible y amable para esa legión de niños que lo idolatran. Un auténtico campeón al que la definición de su compañero Laurent Blanc ayuda a conocer un poco más: " Es como un niño en el campo. Siempre corriendo detrás del balón, pero sorprendentemente maduro e inteligente para sus 20 años, fuera de los terrenos de juego. En el vestuario es uno más".

Este es el perfil humano de un auténtico campeón. De Ronaldo. Del más cualificado aspirante a ser el gran crack futbolístico del siglo XXI

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