Cuando estas líneas aparezcan, la tan esperada lista de árbitros de la Copa Mundial habrá sido publicada y todos conocerán ya los nombres de los 34 árbitros asistentes del 33° equipo ( y no menos importante que los demás) que participará en Francia 98.

POR MICHEL VAUTROT El Frances,Michel Vautrot, fue arbitro de la fifa, hasta1990 y escribio comentarios en esta columna en lo referente a las leyes del juego y al arbitraje'. Hoy forma parte de la comision de árbitros de la FIFA'.

l igual que cualquier otra elección que pueda influir en la carrera de una persona o que sea considerada una especie de condecoración, también la lista de los nombres será seguramente juzgada por la opinión pública. Los responsables de seleccionar a los árbitros son conscientes de que no podrán satisfacer todos los gustos y de que quizás hayan cometido uno que otro error en su selección. Sin embargo, lo importante es que la elección se realizó con absoluta independencia y neutralidad, basándose sobre los criterios claramente estipulados para esta finalidad.

       ¿Cómo se lleva a cabo esta elección de los árbitros que serán responsables de mantener el orden y las reglas en los partidos del último gran evento del siglo, y escudriñados inevitablemente por el ojo clínico de los representantes de los medios informativos?

       Suponemos que todos saben que los nombres no han sido sacados simplemente con una varita mágica de un sombrero. Al igual que un entrenador nacional, los miembros de la Comisión de Arbitros de la FIFA estudian constantemente las actuaciones de los mejores árbitros y asistentes en sus respectivos continentes y el grupo de colegiados observados se va reduciendo a medida que se aproxima el día decisivo.

       La idea es, naturalmente, elegir a los mejores de cada continente, y solamente a un árbitro y un asistente por país. Este método se asemeja al sistema de clasificación de la Copa Mundial propiamente dicho, según el cual se trata de garantizar que en la competición final estén presentes los mejores de cada continente.

Gracias a la buena labor realizada en todas las confederaciones, el nivel del arbitraje mundial ha mejorado en los últimos años y, aunque nadie objete este hecho, el incremento actual hace que el proceso de elección sea más difícil. Varios países están orgullosos de disponer de varios árbitros excelentes, todos del mismo calibre, lo cual conduce a algunas decisiones drásticas y quizás algo injustas; sin embargo, cuando la decepción inicial de los colegiados que no fueron considerados se disipe, se darán cuenta de que el hecho de no participar en el Mundial no significa el fin de sus carreras. Deben aceptar la decisión tomada de la misma manera como ellos mismos desean que los equipos en el terreno de juego acepten sus decisiones.

Deben aceptar la decisión tomada de la misma manera como ellos mismos desean que los equipos en el terreno de juego acepten sus decisiones

       Por haber experimentado momentos similares en el pasado, estoy en condición de ofrecer algunos consejos a los jóvenes compañeros que han tenido la fortuna de haber sido invitados a la gran fiesta en Francia. Ante todo, no olvidar nunca que:

• El mejor momento es el momento en que han sido elegidos, ya que luego tendrán suficientes problemas apenas comiencen los partidos

• No fueron elegidos para competir con rivales potenciales, sino para desempeñar un papel determinado en el evento, sin pensar en lo que sucederá más adelante en el torneo

• Es posible que sean protagonistas importantes en el pequeño escenario de su país, pero ahora actuarán en un escenario mucho más grande

• Han sido elegidos por su dura labor y competencia y que otros se han quedado en casa quizás por no haber tenido la misma fortuna en un momento determinado de su carrera

• Estarán en el foco de todo tipo de polémicas, pero, al mismo tiempo, deberán servir de ejemplo durante los próximos cuatro años para millones de árbitros en todos los países y categorías que los observarán por televisión.

       Espero, asimismo, que los árbitros de Francia 98 apliquen en la práctica lo que siempre me decía a mí mismo antes de un partido:

1. Protege el juego,a los jugadores y el evento

2. Impónte para ser respetado, pero sin vanagloriarte

3. No confundas autoridad con autoritarismo

4. Da siempre mayor importancia al espíritu del juego que al texto de las Reglas y no olvides jamás la consuetudinaria Regla 18 que exige sentido común e inteligencia del árbitro

5. El fútbol no ha sido inventado para los árbitros.

       Finalmente, sé que hay numerosas personas que desean saber qué instrucciones especiales han sido impartidas a los árbitros mundialistas de este año. Sobre este tema diría que no existe ninguna razón para que las instrucciones varíen de una Copa a otra, ya que, básicamente, todos queremos una misma cosa: que las Reglas de Juego se apliquen de forma inteligente y con firmeza para que podamos gozar de buenos partidos leales. Para conseguir esto, los colegiados deberán seguir combatiendo los cánceres que carcomen el fútbol moderno, tales como adelantarse en el caso de tiros libres, cargas violentas y entradas por detrás, jalar camisetas, engañar, protestar, y nunca deberán olvidar que se beneficiará al equipo atacante en una situación dudosa de fuera de juego.

       Pese a todo, los árbitros podrán ganar esta batalla solamente con el apoyo de los jugadores y entrenadores. En la magnífica noche de gala de la FIFA en Disneylandia París en enero pasado, cuando los astros del pasado y del presente fueron honrados juntos en el mismo escenario, tuve la oportunidad de poder señalar que si todos los jugadores -jóvenes y adultos- siguiesen el ejemplo de estos ilustres personajes, entonces los árbitros tendrían una vida mucho más fácil y nadie tendría que hablar sobre "vídeo-arbitraje" y métodos similares.

       Si el fútbol se juega con talento y deportividad, el árbitro desempeñará solamente un papel de comparsa. ¿Es demasiada ilusión esperar que esto suceda en Francia a mediados de año?

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