EDITORIAL:
GOZAR DE LA HISTORIA

Joseph S. Blatter, General Secretary, FIFA Hace 50 años, cuando un autocar lleno de funcionarios futbolísticos y sus respectivas esposas se dirigía hacia el occidente en Inglaterra para reactivar la rueda de sesiones del International Football Association Board, la probabilidad de detenerse a la hora del té en un pueblito tranquilo era mucho mayor que en la actualidad, cuando los sucesores de aquellos funcionarios vuelan a Río de Janeiro para deliberar sobre temas muy similares.

La historia que rodea la existencia de la FIFA no deja de ser fascinante y genera continuamente nuevos episodios. En la recopilación de datos para el presente artículo del FIFA Magazine, nuestra excursión por los archivos de la FIFA House nos condujo a informaciones inesperadas que sirvieron sólo para despertar aún más el apetito.

La fascinación que ejerce el fútbol yace desde siempre en un frágil equilibrio entre el pasado y el futuro, una conocida combinación en la que se pueden saborear episodios ocasionalmente excéntricos de la historia del juego y a la vez es posible ponderar cuál es la mejor forma de asegurar el bienestar futuro de nuestro deporte. En el presente número de FIFA Magazine echamos una mirada retrospectiva al preludio del Campeonato Mundial de 1938 en Francia y quizá podremos aprender de esta distante experiencia algunas lecciones que servirán para Francia 98, cuyas eliminatorias acaban de comenzar en el Caribe.

Por más valiosos que sean los esfuerzos de los historiadores de fútbol, y por más grande que sea nuestra deuda de agradecimiento por la seriedad de los trabajos de organizaciones como la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, debemos tener cuidado de no tomar demasiado literalmente las revelaciones del pasado.

La reciente noticia de ciertas irregularidades aparentes en el procedimiento de clasificación del Campeonato Mundial 1934 colocó a la Federación Italiana, a los organizadores y a los campeones mundiales de ese entonces en una situación sumamente embarazosa, aunque, naturalmente, ninguna persona de la administración actual estuvo implicada, de un modo u otro, en las gestiones realizadas por sus predecesores hace más de 60 años. Si hubo algo incorrecto en los partidos clasificatorios de ese entonces, todo eso sucedió hace mucho y ya no está sujeto a reparo legal. Insistir en ello sería insustancial.

¿Existe acaso alguna historia inmaculada? Algo muy importante en favor del fútbol es el hecho de que el balompié contemporáneo sea razonablemente independiente de las perversiones de la justicia deportiva, habiendo colaborado también el International Board para asegurar esta integridad. La colorida historia de nuestro deporte está escrita para ser disfrutada en su totalidad sin omitir sus imperfecciones ni tampoco sus grandes logros.


Joseph S. Blatter, General Secretary

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