EL INGENIERO CON LA MÁQUINA GOLEADORA

POR: MEHRDAD MASOUDI
de origen iraní, es jefe de prensa de la Asociación Canadiense de Fútbol.

Ali Daei, un ariete con cualidades de goleador descomunales.

Estudios e investigaciones científicas en los últimos años han conducido a numerosas plusmarcas mundiales en deportes individuales y han mejorado el nivel de las competiciones de deportes de equipos. No obstante, ningún sector de la ciencia ha tenido un mayor impacto sobre la selección nacional iraní que la metalurgia.

Ali Daei, un ingeniero metalúrgico, marcó un récord de ocho goles en solamente seis partidos, alzándose así con el título de mejor goleador de la XI Copa Asiática celebrada en diciembre pasado en los Emiratos Arabes Unidos. Daei marcó cuatro goles contra la Rep. de Corea, remontando así la desventaja de 1 a 2 en el primer tiempo y ganando finalmente los cuartos de final por 6 a 2.

Ali Daei - con la camiseta de su país - y su increíble balance: ¡marcó 20 goles para la selección iraní en 1996!

Potencia dominante en Asia en los años setenta, Irán sufrió una detención total en el fútbol internacional debido a la guerra de ocho años con Irak. Sin embargo, en los últimos años, Irán resurgió como una de las potencias con las cuales hay que contar en las competiciones de Asia. Pese a todo, el potencial del país aún no ha sido aprovechado totalmente debido a la falta de un fútbol organizado a nivel de juveniles. El enorme talento de Daei se hubiera perdido también si no fuera porque se mudó a la capital iraní a estudiar metalurgia.

Con la ayuda de la madre

Daei nació el 21 de marzo de 1969 en Ardabil, en la provincia norte de Azerbidján, conocida por sus inviernos fríos y crudos, con temperaturas que suelen caer por debajo de los -30ºC en los cuatro largos meses de invierno. No es sorprendente, pues, que con el clíma ártico que reina en Ardabil, la ciudad no haya tenido un jugador nacional antes de Daei.

Ali se crió con sus cuatro hermanos y pasaba sus vacaciones de verano jugando al fútbol con ellos en un terreno baldío adyacente a su casa en Ardabil. Tiene recuerdos muy agradables de sus antiguos días de futbolista callejero en la ciudad más fría de Irán: "Mi padre se oponía a que jugara al fútbol durante el año escolar. No quería que jugase al fútbol hasta terminar mis estudios universitarios", nos cuenta. "Recuerdo que me iba de casa sin mi indumentaria de fútbol y mi madre me lo traía luego a escondidas para que pudiese jugar".

En 1988 fue aceptado en la Universidad de Teherán en la Facultad de Estudios Industriales para estudiar metalurgia. Su padre ya no podía oponerse más a que partiera hacia la capital, ya que Ali estaba en vías de convertirse en un ingeniero graduado de la mejor universidad técnica de Irán. En la Universidad se destacó asimismo como futbolista y muy pronto los clubes grandes comenzaron a interesarse por él. Su entrenador Manoochehr Nazari, antiguo árbitro iraní de la FIFA, lo presentó al Taxirani, un club de la segunda división en Teherán.

Ya en la primera temporada, Daei se proclamó mejor goleador de la liga con 14 goles; más tarde obtuvo tres veces consecutivas el mismo galardón en la primera división en las filas del Bank Tejarat, marcando un récord de 27 goles en 30 partidos de liga en 1992.

En 1993, fue convocado por la selección nacional para participar en el torneo clasificatorio de la Copa Mundial. El 23 de junio del mismo año, se encontraba sentado en el banco de reservas en el partido disputado en el estadio Azadi de Teherán, en el cual Irán estaba exhibiendo una desastroza actuación frente al modesto Omán ante la presencia de 85,000 insatisfechos espectadores. El entrenador Ali Parvin hizo un cambio audaz reemplazando al ariete Samad Marfavi por el joven Daei de 23 años de edad. Pese a que Daei no pudiera modificar el empate a cero en los veinte minutos de su debut internacional, llamó la atención con dos potentes cabezazos que se estrellaron contra el travesaño. Esos veinte minutos fueron suficientes para que Daei obtuviera un puesto fijo en la selección nacional. En los próximos cuatro meses, pese a la mala actuación de su selección, ganó el premio al "jugador más valioso" en la competición preliminar de la Copa Mundial disputada en Qatar en octubre de 1993. Fue asimismo el mejor goleador del torneo con 4 goles. Su sueño de juventud se hizo realidad en 1994 cuando fichó para el Persépolis (actualmente Pirouzi), su club favorito durante su adolescencia. Sin embargo, su carrera sufrió un gran revés en octubre de ese año cuando fue sacado de la cancha en camilla en el partido de apertura de los Juegos Asiáticos 1994 en Hiroshima, con varias costillas rotas y tres dedos fracturados tras una colisión aérea con el guardameta de Bahrain. La lesión le costó seis meses de inactividad, y la consecuencia inmediata para los salientes campeones de los Juegos Asiáticos fue la eliminación del equipo ya en la primera vuelta. Irán perdió a su máximo goleador y el resto del equipo no estuvo en condición de cerrar esta brecha.

Persépolis ganó el título de la liga iraní en la temporada pasada, brindando así a Daei la oportunidad de aparecer en otro escenario internacional: tras una derrota de 3 a 0 frente al Elimai de Kirguistán, Persépolis se recuperó y arrolló a sus adversarios por 5 a 0 en el partido de vuelta con cuatro goles de Daei, clasificándose de esta manera para la final del campeonato de clubes de Asia occidental.

En esa ocasión dijo: "El fútbol iraní tiene que convertirse en profesional para que se pueda explotar completamente su verdadero potencial. Todo futbolista debería poder llevar una buena vida y concentrarse solamente en mejorar su juego".

Nueavs metas

La carrera de Daei alcanzó la cumbre en diciembre pasado cuando encabezó la lista de goleadores de la Copa Asiática. Irónicamente, falló el primer tiro en la serie de penales de la semifinal contra Arabia Saudita, partido que significó la eliminación de Irán. Este fracaso hizo que reajustase sus ambiciones. "El hecho de no poder ganar la Copa Asiática el año pasado fue una gran decepción", explicó "pero mi verdadero sueño es alcanzar con Irán la competición final de la Copa Mundial 1998".

Ardeshir Laroodi, editor jefe de la revista deportiva iraní más famosa, tiene sólo alabanzas: "Ali Daei es un verdadero ejemplo para los jóvenes en Irán. Ha demostrado que se puede triunfar tanto en los estudios como en el fútbol. Es un atleta con altos valores morales y tiene un magnífico carácter, tanto en el terreno de juego como fuera del mismo".

Ali Daei está interesado ahora en Europa y está determinado a fichar con un club de la Bundesliga en la próxima temporada. El Hamburgo SV, Kaiserslautern y el Arminia Bielefeld han expresado supuestamente su interés por el astro iraní. ¡Al menos su madre no tendrá que llevarle a escondidas su indumentaria futbolística a los vestuarios de su próximo equipo!

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