EL ESPÍRITU DEL JUEGO
POR: D.C. EMERSON MATHURIN
D.C. Emerson Mathurin (Canadá) es instructor de árbitros de la FIFA y miembro de la comisión de árbitros de la CONCACAF.
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El cielo sabe que no soy ni nunca he sido un hombre de apuestas. Pero estoy dispuesto a apostar cualquier cosa a que veremos aún durante mucho tiempo el logotipo amarillo de fair play de la FIFA en las pantallas de televisión, tratando de llamar la atención justificadamente sobre la habilidad de los mejores jugadores del mundo. La razón por la cual estoy tan convencido de esto es más bien un motivo irónico. La campaña de fair play (juego limpio) lanzada por la FIFA en 1988 ha fracasado en gran parte en lo que concierne a los esfuerzos de la Federación Internacional por erradicar del fútbol aquellos actos que el fallecido Sir Stanley Rous describió en una ocasión como una infracción no sólo contra las Reglas de Juego, sino -incluso peor- una contravención del Espíritu del Juego. El sucesor de Sir Stanley, João Havelange, ha afirmado incluso que el juego sucio es responsable del "desasosiego y disturbios sociales" de la actualidad.
- Esto suena sumamente duro, pero subraya claramente la preocupación y el esfuerzo de la FIFA por suprimir el juego sucio en el deporte. No pasa un mes sin que el FIFA News no exhorte a todos en el fútbol a observar, aceptar y respetar los principios del juego limpio - y esto, con mucha razón.¿Pero qué cosa es, en realidad, el fair play?
- La literatura está llena de definiciones que lo comparan con deportividad y la noción de ser un buen perdedor, así como un ganador cortés. El instructor de árbitros de la FIFA Stanley Lover eligió una vez términos gastronómicos para explicar el juego limpio. Describió el juego limpio como "el ingrediente adicional que transforma una comida simple de deporte en una experiencia especial... el azúcar de alcorza de un pastel, el condimento en el arroz, el buen vino que subraya el sabor de toda la comida". Quizás la definición más simple y certera del Fair Play sea la emitida por el International Football Association Board, el cual ya en 1957 lo describió como un "código de conducta ejemplar". ¡Y esto 40 años antes de que la FIFA introdujera su propio código de conducta de 10 puntos.
- La definición del Board es una que cuaja con casi todas las personas, ya que corresponde exactamente a la idea de que todos en el fútbol pueden ser culpables de contravenir los principios del juego limpio: el encargado de la cancha que moja el césped en exceso para que convenga al estilo de juego del equipo local; el médico o el entrenador que demora deliberadamente el juego al diagnosticar una lesión o que prescribe sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento de sus jugadores; el hincha que aplaude entusiasta los esfuerzos de su equipo, pero que abuchea la habilidad del adversario; los padres que alientan a sus hijos a ganar a toda costa; los gerentes que no condenan las prácticas ilícitas, la corrupción, la violencia y el abuso del juego limpio; los periodistas caseros que critican destructivamente a árbitros de otros lugares por decisiones que reflejan más el espíritu que la letra de las Reglas; el capitán del equipo quien cree tener el derecho inajenable de polemizar las decisiones del árbitro; el entrenador que perdona o incluso alienta el juego desleal, la violencia, el engaño y las tácticas negativas - todos ellos faltan a su deber de apoyar el fair play y de mantener limpio y emocionante el deporte más popular del mundo.
- No obstante, la idea del juego limpio se asocia, ante todo, con los jugadores, ya que son ellos los más responsables de darse el gusto de jugar en forma negativa y cometer faltas profesionales. De tal suerte, los jugadores que activan violenta o peligrosamente, que reclaman teatralmente apenas se lesionan ligeramente, que rehúsan retirarse a la distancia reglamentaria en un tiro libre o que no aceptan las decisiones del árbitro - son todos culpables de juego desleal.
- En resumen: los jugadores que respetan las Reglas, a sus adversarios y funcionarios y que mantienen la dignidad bajo todas las circunstancias, especialmente en la derrota, son aquéllos que observan los principios básicos del juego limpio.
- Los árbitros tienen un papel crucial en este respecto. Sin duda alguna, éllos tienen un enorme poder según las Reglas V y XII para ocuparse de los jugadores infractores.
- Se recomienda cada vez más a los árbitros confiar menos en sus tarjetas disciplinarias para controlar el juego y utilizar mucho más su personalidad para tratar con los jugadores y funcionarios oficiales. Stanley Lover tiene algunas sugerencias simples de cómo un árbitro puede crear un ambiente favorable en el cual puede prosperar el Fair Play: vestimenta correcta; cuidadoso control del equipo de los jugadores; dejar que fluya el juego, pero no a costas del control; mantenerse ecuánime en situaciones polémicas; ayudar a los jugadores a prevenir problemas mediante unas palabras apropiadas; reaccionar rápidamente y sin compromisos ante todo aquel que desdeñe las Reglas de Juego; proteger a los jugadores que llevan el balón para evitar la destrucción deliberada de su virtuosidad; reaccionar firmemente ante toda tentativa de fraude y engaño; aplicar e indicar claramente la ley de la ventaja.
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