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Desenmascarado: el primer contralor de calidad de balones

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El FIFA Ma-gazine presenta detalladamente en una serie el Programa de Denominaciones y el balón, el objeto indispensable para jugar al fútbol. En el último número se presentó el Programa de Denominaciones y su evolución; en el presente número, se expone la historia del balón.

Hasta fines de 1998 seguirán los siguientes artículos:
  • La fabricación de balones de fútbol
  • Las pruebas de los Programas de Denominaciones en detalle
  • ¿Ha aportado algún cambio en el fút-bol el Programa de Denominaciones?
Probablemente, el fútbol se jugó por primera vez hace más de mil años. Existen evidencias de la antigua Grecia, de China, de los toltecas y de los clanes escoceses de que la gente se divertía pateando balones. El FIFA Magazine puede revelar aquí -exclusivamente- la identidad del primer contralor de calidad de balones. Fue William Shakespeare.

La evidencia se encuentra en la obra "Comedia de Errores" escrita en 1590. Se revela asimismo que los primeros balones tenían que tener un único atributo obvio: ser redondos.

       "¿Soy tan redondo con Vd. como vos conmigo

       que me rechazáis como un balón?""

       Se podría pensar que en el siglo XVI el material del esférico tenía poca importancia, pero Shakespeare continúa escribiendo

       "Me rechazáis y él me devolverá acá,

       si debo permanecer en este servicio, con cuero me habréis de cubrir."

       La obra revela claramente que todos los demás objetos esféricos utilizados en esa época para jugar al fútbol -vejigas de animales, pelotas de trapo, incluso las cabezas de potentados extranjeros- no aguantaban el constante patear, particularmente en terrenos accidentados, y que duraban más si estaban cubiertos de cuero.

       Sin duda alguna, ésta ha de ser la primera mención del control de calidad de un balón. Casi 300 años más tarde, el cuero seguía siendo el elemento principal de un balón de calidad cuando la nueva Asociación Inglesa de Fútbol se reunió en 1863 para forjar las primeras reglas de juego. Pese a varias referencias al balón, no se ofrecía ninguna descripción del mismo; cuando las reglas fueron revisadas en 1872, se convino que la pelota "debía ser esférica con una circunferencia de 27 a 28 pulgadas (68,6 a 71,1 cm)."

       Fue durante esa época que el fútbol dio su verdadero saque de salida. La liga inglesa de fútbol fue fundada en 1888 y, como consecuencia, se comenzó con la fabricación de balones en masa. En ese entonces existían dos compañías: la Mitre, en Huddersfield, condado de Yorkshire, y la Thomlinson's en Glasgow. Ambas compañías agregaron otro elemento clave a un balón de calidad - la retención de la forma. Y esto dependía de dos factores: la resistencia del cuero y la habilidad de los talabarteros y suturadores.

       No obstante, los balones de aquella época consistían solamente de dos partes: una vejiga de cerdo y una cobertura de cuero. El cuero para las partes exteriores de máxima calidad provenía de las ancas de la vaca, mientras que las calidades inferiores se fabricaban del lomo del animal. El próximo paso fue una transición de las secciones de cuero (que se unían en la parte de arriba y de abajo del balón) al desarrollo de paneles entrelazados.

       Ello proporcionó una redondez más aceptable y, en los albores del siglo XX, los cerdos dejaron de ser donantes de vejiga - el advenimiento de la goma salvó sus entrañas, ¡aunque no su tocino!

Primera pelota totalmente sintética

       Con el tiempo se fueron desarrollando nuevas técnicas, frecuentemente a la par de los avances en los años de guerra, particularmente en la 2ª Guerra Mundial. Entre estas innovaciones figuraba la introducción de una cubierta interna hecha de tela resistente que envolvía la cámara de aire y reforzaba la cubierta exterior de cuero, permitiendo un mejor control de la forma del balón.

       Más adelante, cuando se comenzaron a emplear pinturas sintéticas y otros materiales no porosos para revestir el cuero, se mejoró considerablemente la impermeabilidad. A pesar de que se efectuaran numerosas mejoras en el diseño del balón, como por ejemplo la introducción de válvulas en lugar de utilizar la apertura de cordones por donde se inflaba la cámara de aire, fue recién en los años sesenta que se lanzó el primer balón completamente sintético.

       A esas alturas, otros fabricantes como Minerva, adidas y Slazenger habían invadido el mercado. En los años setenta, se utilizaron cada vez más materiales sintéticos y, durante un breve período de los ochenta, se volvió a opinar que el cuero seguía siendo el material ideal para un vuelo y rebote consistentes de la pelota. En la actualidad, los balones sintéticos se utilizan prácticamente en todo el mundo, tanto más que el material sintético puede emular exactamente la estructura de las células del cuero.

       Pese a todos estos avances, la construcción básica sigue consistiendo de dos piezas - la vejiga o cámara de aire y la carcasa exterior. Quizás valga la pena recordar la finalidad de estos elementos inalterados: la cámara mantiene el aire a una presión constante. Debe ser redonda y adaptada individualmente al balón en peso. La cubierta exterior comprende la parte interna de la misma y la superficie sintética. La tela de la parte interna proporciona la resistencia, la forma y la amortiguación del balón.

       La superficie sintética está hecha de un cierto número de segmentos (tradicionalmente 18, 26 ó 32). Una pelota con 26 segmentos tendrá más de 1800 suturas y la calidad de las mismas sigue siendo tan importante como en el pasado. Se continúa utilizando hilo trenzado a mano, único método para poder obtener costuras con la misma tensión en toda la pelota. Los balones modernos, particularmente aquéllos que llevan la marca de calidad "FIFA Inspected" y "FIFA Approved", mantienen su peso inicial y su forma durante todo el partido. Sin duda alguna, se ha recorrido un largo trayecto desde aquellos balones fabricados de puro cuero. Aquellas pelotas tenían que ser atadas a lo largo de una hendidura de 15 cm, de la cual sobresalía un largo tubo de goma por donde se inflaba la pesada vejiga de goma.

El balon anaranjado de la era de 1950

       Era sumamente dificultoso para los jugadores tener que adaptar su estilo de juego a los constantes cambios de forma y peso del balón empapado de agua en un partido muy lluvioso, pero era peor cuando lo tenían que cabecear directamente en la parte de los cordones...

La fascinación del balón: la evolución del producto no se detiene nunca.

       Al comienzo, las pelotas tenían el color original del cuero, pero con el advenimiento de las luces artificiales en los años cincuenta, aparecieron los primeros esféricos blancos, seguidos de aquéllos con segmentos blancos y negros. Aunque suene insólito, en 1892 se utilizaban ya pelotas blancas. El color era el efecto de sumergirlas a menudo en lejía de blanqueo.

       El balón anaranjado fue introducido también en los años cincuenta para que se lo pueda distinguir en partidos jugados en terrenos cubiertos de nieve. No obstante, el color predominante de la actualidad sigue siendo el blanco. Existe algo que no ha cambiado nunca - el balón sigue siendo el punto focal de ese magnífico juego que ha servido también de inspiración para un soneto de Shakespeare.

Las peculiaridades del esférico

LLa consistencia de un balón -o la falta de la misma- ha jugado a veces un papel crucial en el resultado de un partido, tal cual nos revelan estas breves anécdotas históricas: cuando Jack Stamps del Derby County remató a la meta contraria en la final de la Copa Inglesa en 1946, ¡el balón reventó en su trayectoria! No obstante, fue el gran día de Jack, ya que marcó dos goles con la pelota nueva en este encuentro que el Derby ganó por 4 a 1 contra el Charlton Athletic. Asombrosamente, cuando los mismos equipos se volvieron a enfrentar en el campeonato de liga una semana más tarde, la pelota volvió a explotar en una jugada.

       La historia se vuelve a repetir un año más tarde, cuando la pelota estalló nuevamente en la final de la Copa Inglesa, en el encuentro entre el Charlton Athletic y el Burnley. Más tarde, el motivo que se adujo para estos incidentes fue la mala calidad del cuero en los años de la posguerra.

       Es posible que la pelota haya jugado también un papel importante en el resultado del primer Campeonato Mundial entre Argentina y Uruguay. Como los equipos no podían ponerse de acuerdo sobre el balón que utilizarían, llegaron a un compromiso. En el primer tiempo se jugó con un esférico argentino y Argentina ganaba dos a uno al llegar a la pausa. En el segundo tiempo, se empleó una pelota uruguaya y Uruguay se proclamó campeón mundial tras marcar tres goles en este período.

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