FIFA Magazine - Agosto 1996

CONDICIONES PARA EL EXITO EN EL FUTBOL INTERNACIONAL
TRADICION, TAMAÑO, DINERO ...¿ Y ALGO MAS?

African football: in a class of its own when compared with its economic background.
PICTURE: BOB THOMAS

Poderío económico, volumen demográfico y una cierta tradición parecen ser factores que favorecen las condiciones y el éxito deportivos de un país. La FIFA ha efectuado un análisis estádistico de estas circunstancias.
POR MARIUS SCHNEIDER

Brasil, Alemania e Italia se alzaron nada menos que diez veces con el trofeo mas codiciado del futbol - la historia de los campeones mundiales es, con pocas excepciones, la saga de los grandes del futbol mundial. Una rapida mirada a los restantes campeones-Uruguay, Inglaterra, Argentina- parece confirmar que los eventos de gran envergadura como la Copa Mundial o los campeonatos continentales -escaparates del futbol a nivel internacional - tocan solamente a algunas pocas asociaciones nacionales tradicionales y potentes.

Las asociaciones sudamericanas mencionadas dominan desde siempre la Copa América, y EEUU y México tienen un monopolio sobre la Copa de Oro de la CONCACAF (el campeonato continental de América del Norte, Central y el Caribe que se disputa cada dos años desde 1991). Se habla de grandes sorpresas, e incluso de milagro, cuando se quiebra esta ley fija de la tradición y el poderío deportivo como clave para el triunfo. Sudáfrica consiguió imponerse a comienzos de 1996 en la Copa Africana de Naciones con la misma convicción que dos años antes la joven asociación de Uzbekistán en Asia. En Europa hubo solamente dos "segundones" que consiguieron imponerse en los últimos veinte años: Checoslovaquia en 1976 y Dinamarca en 1992.
Tradición como factor de éxito

La tradición, definida en base a la fecha de fundación de una asociación y al año de afiliación a la FIFA, parece estar estrechamente relacionada con el poderío efectivo de un equipo. Salta a la vista que los primeros miembros de la FIFA: Francia, Bélgica, Dinamarca, Holanda, España, Suecia y Suiza -todos fundadores en 1904- y Alemania -con algo de retraso en el mismo año- figuran todos entre los 30 mejores de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola.

MORE THAN JUST PLAYING AROUND WITH NUMBERS
What significance can be attributed to cultural, demographic and economic factors in international football? To what extent do they contribute to an association's sporting success? In order to address this question, FIFA had the factors "tradition", "economic strength" and "size" analysed and evaluated in relation to an association's position in the FIFA/Coca-Cola World Ranking of 24 April 1996. Since it is essentially impossible assess the "tradition" factor objectively for all associations, the gauge used for these purposes was the year in which an association was founded as well as the year that it joined FIFA (which to some extent indicate the degree of an association's institutionalisation and its interest in international football events). For the factors "economic strength" and "size", current World Bank data was used. In order to avoid distorting the figures through the inclusion of associations which play only sporadically, only those associations which have participated in at least 12 "A" international games in the past four years (i.e. an average of at least three per year) were taken into consideration. Consequently the number of associations assessed was limited to 128.

Article: © FIFA, 1996.

Basic analysis: Dr Hanspeter Stamm & Dr Markus Lamprecht, Lamprecht & Stamm, Sozialforschung und Beratung AG, Zurich / Switzerland

Graphics: FIFA / Lamprecht & Stamm

Por otra parte, las naciones que se afiliaron a la FIFA a partir de los años sesenta figuran, por lo general, alrededor del rango 90 de dicha Clasificación. Entre ellas se encuentra una gran parte de las asociaciones africanas y asiáticas, así como numerosos países del Caribe y de Oceanía, los cuales se establecieron recién después de su independencia política o tras alcanzar una cierta soberanía nacional. El gráfico 1 indica que la relación entre la existencia de una asociación y su éxito efectivo a nivel internacional es menos pronunciada que la curva relacionada con la afiliación a la FIFA.

De esto se deduce que el éxito depende menos del momento en que se ha institucionalizado el fútbol que de la duración (y volumen) de las actividades internacionales de una asociación. En el caso de aquellos equipos cuyo buen rendimiento difiere, pese a todo, claramente de esta particularidad -Sudáfrica, Uzbekistán y Croacia-, el año de fundación y la fecha de afiliación a la FIFA tienen poco valor informativo como indicadores: Sudáfrica debe su auge a su cultura futbolística intacta pese a la proscripción internacional y a las nuevas posibilidades emergentes de los cambios sociales y políticos radicales, mientras que las otras dos asociaciones emergentes de las tradicionales potencias futbolísticas de la URSS y Yugoslavia deben sus triunfos a las antiguas estructuras, conocimientos técnicos y plantel de jugadores que fueron incorporados en los nuevos países.
El volumen demográfico casi no tiene importancia

El tamaño del país, representado en el gráfico 2, tiene una influencia relativamente pequeña. Solamente países muy pequeños, con menos de un millón de habitantes y una superficie menor de 10,000 km2 parecen estar perjudicados, ya que están limitados en su potencial de jugadores. En los demás países, la influencia del volumen demográfico es ínfima: por lo general, las naciones más pequeñas desde el punto de vista geográfico y demográfico no figuran en un rango inferior a países medianos o grandes.

Invirtiendo este punto de vista, se podría formular la pregunta de cuál de las asociaciones nacionales ha podido registrar triunfos pese a condiciones adversas, como por ejemplo, una población reducida. La sorprendente respuesta es: las selecciones de Trinidad y Tobago, Irlanda del Norte, Eslovenia, Emiratos Arabes Unidos y Kuwait acusan una potencia de juego extraordinaria en relación con su reserva de talentos limitada, mientras que asociaciones populosas de renombre de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola -Brasil, Alemania, Rusia- obtienen un resultado mediocre desde este punto de vista (gráfico 3). Esta circunstancia confirma el enunciado del gráfico 2: la superficie no tiene nada que ver con la calidad. En el mundo futbolístico internacional, el tamaño sólo ya no es decisivo.
La riqueza tampoco es garantía de éxito

Las conexiones entre el poderío económico de un país y el balance de éxitos de su asociación nacional, ilustradas en el gráfico 4, son más difíciles de interpretar. La curva relacionada con el producto interno bruto muestra una diferencia considerable entre países con poderío económico alto y aquéllos con un poderío reducido. Sin embargo, la curva del producto interno bruto per cápita indica que se trata sólo parcialmente de una diferencia entre países ricos y pobres: los grupos de países con un ingreso per cápita bajo a mediano o con un ingreso muy alto parecen tener una ligera ventaja deportiva frente a los más pobres, pero también frente a las naciones con ingresos medianos a altos, sin que este hecho repercuta considerablemente en la Clasificación FIFA/Coca-Cola.

Existe asimismo otro punto de vista muy interesante: ¿Qué países tienen el mejor balance futbolístico en base a su situación económica? Los resultados en el gráfico 5 no son muy sorprendentes: Sierra Leona, Mauritania, Mozambique y Sambia son representativos para el auge futbolístico de equipos del continente africano que no puede ser frenado ni siquiera por las condiciones económicas más bien desfavorables. Sorprende, sin embargo, que Albania figure en este grupo; pero también aquí se une el atraso económico al potencial futbolístico de los jugadores de los Balkanes, que son siempre un adversario temible para cualquier selección europea en competiciones preliminares continentales o de la Copa Mundial. Los países clasificados en los rangos más altos de la Clasificación FIFA/Coca-Cola obtienen un resultado claramente inferior a la media, al igual que en la relación entre puntaje y volumen demográfico mencionada ya antes. Este dato confirma nuevamente el enunciado del gráfico 4: el dinero, solo, no es lo más importante en el fútbol, sino que desempeña más bien un papel secundario, que, sin embargo, no se debe desdeñar.
Diferencias regionales marcantes

Si la tradición (o también "cultura de fútbol") desempeña un papel central, tal cual lo hemos visto al comienzo, entonces es obvio que analicemos este factor desde el punto de vista de las particularidades geográficas. Se sabe que la evolución del fútbol en los varios continentes transcurrió en forma diferente y, por consiguiente, se forman asimismo culturas diferentes -el estilo sudamericano, europeo o africano-, aunque en la actualidad los estilos se asemejan cada vez más en la cumbre mundial. En el gráfico 6 podremos observar que la pertenencia al área cultural sudamericana o europea sigue siendo sinónimo de éxito futbolístico: el solo hecho de que una asociación emerja de una larga y arraigada tradición aumenta enormemente la probabilidad de figurar en un buen rango (véase también gráfico 7). Es interesante señalar que en las diferentes confederaciones (las cuales se diferencian también mucho en su fecha de fundación: p.ej. la CONMEBOL se fundó ya en 1916 o la OFC recién en 1966) se diferencian igualmente las consecuencias de los factores culturales, económicos y demográficos. Mientras que en Europa el poderío económico juega un papel algo más importante que el volumen demográfico, en la CONMEBOL es justamente lo contrario. La fecha de afiliación a la FIFA es en todo el continente americano y en Europa más importante que en Africa y Asia. Esto se debe, en gran parte, al hecho de que la mayoría de los países africanos y asiáticos obtuvo su independencia recién después de la segunda Guerra Mundial. En Asia, el producto interno bruto per cápita desempeña un papel importante. Esta es la única región donde los países "más ricos" tienen una clara ventaja.

En resumen, se puede afirmar que de los tres factores analizados, uno de ellos está claramente relacionado con la potencia de rendimiento de toda asociación:

Las naciones futbolísticas consideradas potentes en la actualidad fueron fundadas, en su mayor parte, hace más de setenta años y pertenecen casi el mismo período de tiempo a la FIFA, lo cual conduce automáticamente a que estén integradas desde entonces también en actividades competitivas internacionales. Que, a pesar de todo, la tradición no es un factor suficiente para triunfar, se puede observar en algunas asociaciones sudamericanas y europeas de mucha tradición que tienen dificultades para llegar a la cumbre.

Las relaciones entre poderío económico o gran volumen demográfico y éxito futbolístico internacional son menos terminantes, por más que no se debe menospreciar estos dos factores. Considerándolos por separado, no aportan ventajas decisivas: Luxemburgo y Suiza (ricas en dinero y tradición), Singapur y los Estados del Golfo no tienen la posibilidad de figurar en la cumbre al igual que las naciones demográficamente grandes como la RP China, India e Indonesia.

Una situación económicamente fuerte, una gran cantera de talentos y experiencia internacional tienen, en principio, un efecto positivo sobre la potencia de rendimiento de una asociación, pero los rendimientos de algunas naciones de élite contradicen esta tesis y demuestran que este tipo de correlaciones no debe considerarse siempre como infalible.

Quedan otros aspectos por considerar: por ejemplo, las prioridades que suelen fijar las asociaciones nacionales. En el sector de los juveniles, Portugal y España, por ejemplo, tienen generalmente las mejores selecciones en Europa y, a veces, en todo el mundo. O, por ejemplo, un aspecto tan simple como las posibilidades de entrenamiento de las que dispone el entrenador de una selección nacional "A" (en este estudio, el éxito deportivo de una asociación fue medida únicamente en base a esta selección). Se sobreentiende que existen aún varios factores más que influyen igualmente el rendimiento internacional de una asociación. Y esto está bien así: el fútbol es, en definitiva, un simple deporte - misterioso incluso en el ocaso del siglo XX.
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