Fernand Sastre (FS): Sí, ya desde hace algún tiempo. La demanda de entradas fue gigantesca, los objetivos de mercadotecnia han sido alcanzados ya hace algunos meses y los 12,000 voluntarios están preparados en sus respectivas sedes tras haber participado en un programa de formación. Por consiguiente, tenemos motivo para ser optimistas. ¿Cuestiones inquietantes? No, en realidad no existe ninguna. Tratamos de ser firmes en todos los sectores en los que hemos trabajado durante seis años. Al comienzo, éramos solamente unos pocos empleados; ahora somos 600, si calculamos las diferentes sedes. Usted ha formado una presidencia conjunta con Michel Platini, ¿cómo ha sido la colaboración? FS: FS: Somos tres en el CFO que tomamos decisiones: Michel Platini como copresidente, Jacques Lambert como gerente general, y yo. O sea que las grandes decisiones fueron tomadas por los tres y esto fue muy práctico, ya que de esta manera se llega muy pronto a una mayoría. No obstante, le aseguro que ninguno de los tres ha ganado siempre cada votación. Nuestra labor era definir el camino por recorrer y llevar nuestra filosofía a las sedes. Organizar un Mundial es, en primera línea, un asunto económico, aunque no solamente. ¿Cuál es su filosofía al respecto? Michel Platini (MP): Nuestro primer objetivo no fue ganar dinero con el Mundial. Si sobra algo, entonces esa suma será reinvertida en el fútbol. Pero es lógico que no teníamos tampoco la intención de sufrir pérdidas. Es así que lo primero que hicimos fue concebir la venta de las entradas, antes de entrar en el sector de la comercialización. Ahora hemos notado que hemos sido víctimas de nuestro éxito. Más de 20 millones de personas querían entradas, pero había solamente 2,5 millones a disposición. Y esto es muy duro. En cuanto a la comercialización, podemos afirmar que hemos podido conseguir los mejores socios en los diferentes sectores.
MP: Sí, pero el asunto es muy simple. Hemos realizado todo según nuestro leal saber y entender y según el reglamento. Además, en las últimas semanas se han podido ofrecer 170,000 entradas más y se han enviado adicionales 50,000 a cada asociación, o sea que éstas recibirán incluso un 23 en vez del 20% estipulado en el reglamento. Es totalmente normal y justo que aquellos que pagan impuestos gocen de ciertas prioridades. ¿Les ha decepcionado personalmente la crítica a veces dura con respecto a las entradas? FS: No, no. Es parte del juego. Volvamos a la filosofía... MP: Sí; como dijera, es necesario asegurarse económicamente, pero nuestra meta era igualmente organizar un Mundial de la juventud, de las emociones, de la franqueza y de la universalidad. Incluso las personas que no están interesadas en primera línea en el fútbol deben beneficiarse del Mundial. En todas las sedes, además de los partidos, se ofrecerá un gran número de acontecimientos culturales y deportivos. La Copa Mundial deberá ser una gran fiesta. ¿Cuál es el saldo de su trabajo? ¿Qué han aprendido, qué cosa les ha decepcionado y qué les ha alegrado? FS: Estamos muy satisfechos. Contentos, porque hemos reflexionado minuciosamente sobre cada una de nuestras decisiones. Además, sería una estupidez decir que deberíamos haber hecho esto o aquello diferentemente, antes de que se haya comenzado a jugar. Cada equipo deberá viajar, el sorteo se llevó a cabo por primera vez en un estadio y el programa marginal transformará a Francia en un enorme lugar de festividades: ¿se puede decir que el Mundial lleva el sello de Michel Platini? MP: Sí, pero no sólo. El Mundial es una obra colectiva; todas las decisiones importantes fueron tomadas en común acuerdo con Fernand Sastre, Jacques Lambert y yo.
MP: Será el Mundial más equilibrado de todos los tiempos. Con 32 equipos, solamente los dos primeros de cada grupo seguirán a la próxima ronda, es decir, con tres empates no se podrá seguir adelante como en el pasado. Ahora habrá que ganar al menos un partido y empatar otro. El hecho de que cada equipo tenga que viajar tres veces es, por un lado justo y, por el otro, atractivo para los espectadores. En cada sede, los espectadores podrán ver de diez a doce diferentes equipos. ¿Quiénes son los favoritos? MP: Los favoritos son siempre los mismos equipos: Brasil, Alemania, Inglaterra, Francia, Argentina, etc. Existen más o menos diez favoritos. Estoy convencido de que los delanteros serán decisivos y que harán la diferencia en los equipos. ¿Se ha alcanzado el límite máximo con 32 equipos? FS: Sí, hemos llegado efectivamente al límite máximo. Con más equipos, el Mundial tendría dimensiones exageradas y no sería factible ya sea desde el punto de vista del calendario o bien por la disponibilidad de los jugadores. Los futbolistas no son autómatas. 64 partidos en 33 días -y esto con un sistema rotativo en la primera fase- son suficientes. ¿Cuáles son sus expectativas respecto a los beneficios económicos? FS: Es una pregunta difícil de responder. Francia se beneficiará seguramente del Mundial. Esperamos la concurrencia de unos 500,000 a 800,000 espectadores; pero es muy difícil evaluar los beneficios que nos aportarán. ¿Cuál es su programa durante la Copa Mundial? MP: Estaremos presentes en 44 partidos, o sea que tendremos un programa cargadísimo. El Presidente de la FIFA João Havelange quiere ver jugar a cada equipo mínimo una vez y quiere, siempre que sea posible, que lo acompañemos. ¿Y qué hará Michel Platini el 13 de julio? MP: Quizás lloraré ese día; llorar, porque todo habrá pasado y porque me sentiré triste. Soy una persona muy emotiva. Pero quizás sea todo diferente. Ante todo, el Mundial tiene que ser un rotundo éxito, pero no necesariamente para nosotros. No se trata de que se hable luego de los organizadores del Mundial, sino de los partidos y las emociones suscitadas. Eso deberá quedar en la memoria de los 2,5 millones de espectadores en los estadios y de los 37 mil millones frente a las pantallas de televisión.
Regresar a la Tabla de Contenido [TOC] Copyright © 1994-98 FIFA. All rights reserved. Copyright © 1998 En-Linea, Inc. All rights reserved. |