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Por Javier Leira

BUENOS AIRES, feb 7 (Reuters) - Racing Club y Argentinos Juniors abrirán el viernes la temporada 2002 del fútbol argentino cuando se enfrenten en la primera jornada del torneo Clausura.

En una temporada que promete ser emotiva por la necesidad de varios futbolistas de luchar por un lugar en las selecciones de sus países para el Mundial de Corea del Sur y Japón, Racing aparece como el equipo menos comprometido por esas presiones.

Racing, actual campeón por primera vez en 35 años, no tiene jugadores locales ni extranjeros en alguna selección, y a diferencia de los otros favoritos, como San Lorenzo, Boca Juniors, River Plate y Vélez Sarsfield, no jugará hasta el 2003 en la Copa Libertadores que en los dos últimos años ganó Boca.

De la mano del técnico Reinaldo Merlo y con la seguridad que le brindan al equipo los colombianos Alexander Viveros y Gerardo Bedoya, cuya selección quedó afuera del Mundial, jugadores, dirigentes y simpatizantes de Racing están ilusionados con repetir los festejos del campeón.

"Nuestra meta es ganar otra vez el título y para eso estamos trabajando muy fuerte", dijo a periodistas el mediocampista Gustavo Barros Schelotto.

"Aquí no hay que dormirse en los laureles (...) si bien no son muchos tenemos buenos jugadores y en lo único que tenemos que pensar es en ganar de nuevo el título", destacó por su parte el entrenador Merlo.

Las posibilidades de Racing de repetir lo hecho en el último torneo crecen si se tiene en cuenta que sus principales rivales en la lucha por el título, San Lorenzo, Boca, River, y Vélez cargan sobre sus espaldas la presión de hacer frente al torneo local y la Libertadores.

San Lorenzo, que en 2001 festejó doble después de ganar el torneo local y por primera vez en su historia un título internacional al quedarse con la Copa Mercosur, de la mano del técnico chileno Manuel Pellegrini, buscará alargar su buen momento en ambos frentes.

Entretanto, el plantel de Boca Juniors, ahora dirigido por el uruguayo Oscar Tabárez, podría sentir la presión de tener que repetir aunque sea en parte las conquistas conseguidas bajo la dirección técnica de Carlos Bianchi, con quien ganó tres títulos locales y tres internacionales.

Otro de los ingredientes que tendrá la primera mitad del año es la lucha que varios jugadores argentinos y extranjeros deberán desarrollar para ganarse un lugar en los seleccionados de sus países que disputarán el Mundial en junio.

Uno de los equipos que está viviendo con mayor intensidad esta situación es River, ya que tres de sus refuerzos, el uruguayo Daniel Fonseca y los argentinos Juan Esnaider y Claudio Husaín, llegaron al conjunto "Millonario" para lograr la continuidad que no tenían en sus respectivos equipos y así tener chances de llegar al mundial.

"Daría cualquier cosa por estar en el Mundial... ése es mi objetivo y por eso vine a River", dijo a su llegada hace una semana el mediocampista Husaín, quien el miércoles ya vio cumplido en parte su sueño cuando fue convocado por Marcelo Bielsa para enfrentar a Gales la próxima semana.

"Jugar en River me dará la posibilidad de poder mostrarme y que me convoquen para la selección", señaló por su parte el uruguayo Fonseca. "Prefiero ganar menos plata y tener posibilidades de ser convocado para el Mundial", fue la explicación de Esnaider a su llegada a principio de año.

Tres paraguayos de River también están redoblando sus esfuerzos para mostrar su mejor nivel y ser convocados para el Mundial.

El defensor Celso Ayala, su ladero Pedro Sarabia y el habilidoso delantero Nelson Cuevas tendrán la tarea de demostrar al técnico de Paraguay, el italiano Cesare Maldini, sus condiciones para viajar al primer Mundial compartido de la historia.

Por el lado de los argentinos lucharán un lugar en su selección los arqueros Gustavo Campagnuolo de Racing y Sebastián Saja de San Lorenzo y los mediocampistas Ariel Ortega y Esteban Cambiasso de River y Juan Román Riquelme de Boca, entre otros.

Por otra parte, los simpatizantes van a extrañar a algunos extranjeros, como el arquero del seleccionado colombiano Oscar Córdoba, quien pasó a préstamo de Boca al Peruggia de Italia, y su compatriota el defensor Mario Yepes, quien fue transferido por River al Nantes de Francia.

Los simpatizantes de Independiente extrañarán los goles del juvenil delantero uruguayo Diego Forlán, recientemente transferido al Manchester United de Inglaterra, así como los del artillero argentino Bernardo Romeo, quien pasó de San Lorenzo al Hamburgo de Alemania.

Pocas incorporaciones realizaron los clubes y la mayoría de las transferencias fueron a préstamo a causa de la delicada situación de las instituciones, que no son ajenas a la crisis económica que sufre Argentina.