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FUKUROI, Japón, mar 7 (Reuters) - La policía japonesa antidisturbios realizó el jueves prácticas de cara a la Copa del Mundo de fútbol, que incluyeron dominar a un grupo de "hooligans", desactivar un coche-bomba, rescatar rehenes de un ómnibus y retirar sustancias químicas peligrosas de un estadio.

Unos 200 policías vestidos algunos con uniformes y equipos antimotines y otros con trajes protectores especiales para trabajar con sustancias químicas realizaron un ejercicio de tres horas en el estadio Ecopa Shizuoka, en la región central de Japón.

Japón prometió tratar con grado de tolerancia cero a quienes tengan conductas violentas durante el Mundial de Corea del Sur y Japón, entre el 31 de mayo y el 30 de junio.

El Comité Organizador de Japón aportó 18,5 millones de dólares adicionales para reforzar la seguridad, después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, lo que le permitirá destinar 700 agentes en cada partido.

"Uno de los objetivos de este ejercicio es reforzar las habilidades para luchar contra dificultades de cualquier tipo", dijo Katsuhiro Endo, director de la Prefectura de Policía de Shizuoka.

Los policías fueron probados en diferentes situaciones dentro y alrededor del estadio que tiene capacidad para 50.000 personas. En los ejercicios, por ejemplo, "vándalos extranjeros" tiraron bicicletas y sillas, pero fueron controlados por los agentes del orden usando escudos y cañones de agua.

La policía también rescató a pasajeros de un ómnibus que habían sido tomados rehenes por "extremistas extranjeros".

Cuando se inicie el Mundial, la policía de Shizuoka recibirá refuerzos de otras ciudades japonesas.

Cerca de 800 "hooligans" o hinchas violentos británicos tendrán prohibido salir de su país durante el Mundial.