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Por Débora Rey

BUENOS AIRES, feb 22 (Reuters) - El torneo de fútbol en Argentina debería ser suspendido por tiempo indeterminado si se repiten los hechos de violencia ocurridos el fin de semana pasado y que dejaron tres muertos por enfrentamientos entre simpatizantes, dijo el secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez.

Entre el sábado y el domingo, el fútbol local no fue noticia por sus goles o la habilidad de sus jugadores, sino por el asesinato de tres hinchas en los alrededores de los estadios, con los que ascienden a cuatro los muertos este año por los disturbios en el deporte más popular de Argentina.

Pero, esta violencia no es un fenómeno aislado en un país que atraviesa por la peor crisis política, social y económica de su historia, y que hace apenas dos meses fue escenario de una revuelta social que cobró la vida de 30 personas.

"El problema es que muchos hinchas van a descargar sus problemas a la cancha (estadio) y algunos lo hacen de manera violenta", aseguró Alvarez a Reuters.

Y, los tres muertos del fin de semana, fueron la gota que rebasó el vaso.

"Marca un punto de inflexión. Si se produce un sólo hecho más de violencia, hay que parar el fútbol", dijo el funcionario en una reciente entrevista.

El domingo, horas antes de disputarse un encuentro entre Racing e Independiente por el torneo Clausura de la primera división, un joven de 22 años murió asesinado en medio de enfrentamientos entre los simpatizantes de ambos clubes.

Ese mismo día, un adolescente de 14 años fue herido por un botellazo en la cabeza tras el encuentro entre Estudiantes y Gimnasia de La Plata, muriendo a los pocos días.

La trágica jornada se cerró con la muerte de otro joven, víctima de un disparo de arma de fuego luego del partido que protagonizaron Acassuso y Midland por el campeonato de la tercera división.

Como primera respuesta, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, dispuso suspender el encuentro que debían disputar el martes pasado Racing y Rosario Central.

En tanto que el gobierno nacional y las fuerzas de seguridad dijeron que seguirán con especial atención todo lo que suceda en la próxima fecha del torneo Clausura.

"Si esto no para, hay que suspender el fútbol", reiteró Alvarez. TARJETA ROJA
Históricamente, la suspensión del fútbol demostró ser insuficiente para detener a los violentos. De hecho, en 1998 un juez paralizó los torneos por algunas semanas pero nada cambió.

La falta de una legislación correcta, la complicidad de algunos dirigentes con los "barrabravas", la lentitud de la justicia para investigar y una policía que no está capacitada para brindar seguridad en los estadios favorecen el accionar de los violentos, aseguró Alvarez.

También destacó la facilidad con la que los simpatizantes se hacen de armas de fuego ilegales. Tan sólo en la provincia de Buenos Aires 2,0 millones no están registradas.

Además, Alvarez criticó un pedido de los dirigentes de fútbol al gobierno para reducir el número de efectivos policiales en los estadios con el argumento de que la grave situación económica que sufren los clubes no les permite afrontar los costos de seguridad.

"Estoy enviando más efectivos de los que me piden los clubes. No se puede bajar el número de efectivos para bajar gastos, es una locura", advirtió.

El funcionario también responsabilizó a los jueces y fiscales, por su lentitud para investigar los hechos de violencia. Prueba de ello, argumentó, es que todavía no hay detenidos por el asesinato del simpatizante de Independiente.

Por eso, el Comité de Seguridad Deportiva, que él integra junto a funcionarios y representantes de clubes y fuerzas de seguridad, resolvió esta semana hacer un seguimiento de todas las causas judiciales vinculadas.

"La solución a la violencia no depende de las fuerzas de seguridad. Tiene que haber voluntad de los clubes y sus dirigentes, del gobierno, de los legisladores, de la justicia y de los simpatizantes", finalizó Alvarez.